Épic poem

Luna oscura que, amante,
Obstruye mi libre pensar
Rapaz, no creas que es tan humillante
Estar en estado de profundo amar
Nada es tan bonito, desfrunce tu semblante
Ármate de valor y prepárate a justar.

Así pues, tras escuchar estas palabras de mi maestro
Me preparé para partir en busca de mi amor
A luchar contra todos cual espectro
Para conquistarla con mi lírica, mis pensamientos y mi honor.

Me calé mi coraza
Que tiene grabadas figuras hermosas
Empuñé mi espada
Con la que me dispongo a ofrecerte rosas
Cortadas con esta misma arma
Porque para mí representas todas las bellas cosas.

Mi viaje fue largo, siempre en tu busca
Me desesperé varias veces en mi andar
Pero la esperanza que anidaba en mi alma

La luz que me impulsaba a continuar
Era el deseo de encontrarte, mi princesa
Para así de mil peligros poderte rescatar
Oh, mi dulce princesa Lorena
Quién os tuviere en su corazón!
Ahí os veo, paciente, hermosa, serena
Y al mismo tiempo siento desazón
Por no poder ser yo el afortunado que acaricie tu melena

Sin ti, amor
Me encaminaría hacia la perdición
Pues la locura parecía tomar el control
Y tú te impusiste con tesón
Tomando las riendas de mi corazón

Con un grácil movimiento de tu mano
Conseguiste acelerar mi pulso
Aún no se decirte, hermano
Si fue verdad o embrujo

Solo sé que no puedo dejar de mirar
Su sonrisa me abrasa el alma
Su mirada me incita a amar
Y con sus ojos el corazón me inflama

Me calo la armadura
Esta fría, como mi sangre
Debe ser defendido tu honor en una afrenta de esta envergadura
Me bato en duele hasta la muerte con el fin de gustarte

Así que presto me dirigí
Lanza en ristre, cargando con locura
Pues no es intento baladí
Morir por tu ternura

Y dirigióse hacia el horizonte
Cual ángel hacia el sol
Y empuñando una lanza vacilante
Sus sentimientos eran todo un crisol
En el cual solamente destacaba el amor

Así pues, penetré en el castillo
Y avancé para buscarte
“Sé que estas entre estos pasillos”
De repente, vislumbré a un acechante

El soldado vino a mí
Con sus armas en ristre
Más con un par de fintas, sin ser baladí
Le deje fuera de combate
Mas el ruido de la lucha se había extendido
Y decenas de hombres me acosaban
Mi criado yacía en el suelo desmadejado
Y mil heridas en mi cuerpo afloraban
Pero con cada una mi furia aumenta.

Y al final vencí,
Mas mis heridas son profundas
Y sé que no voy a llegar ante ti
Pero al menos tuve el privilegio y el placer
De haberte llegado a querer.